DON MIGUEL CARDENAL, EX SECRETARIO DE ESTADO PARA EL DEPORTE.
El presente post, es tan sólo una reflexión personal, un pensamiento en voz alta, sobre la dimisión, o el cese, (según la fuente que estés leyendo) del Secretario de Estado para el Deporte D. Miguel Cardenal Carro. Con él, lo que pretendo es dar mi humilde opinión al respecto. Parecer, que quiero trasmitir, desnudo de cualquier tinte o color político, e incluso de ninguna preferencia personal.
Durante estos últimos cuarto años, hemos asistido a una guerra abierta entre D. Miguel Cardenal y sus detractores, siendo de entre éstos los más mediáticos, el Presidente del COE, D. Alejandro Blanco, y el Presidente de la RFEF, D. Ángel María Villar. De los tres protagonistas he tenido el placer de conocer personalmente a los dos primeros. Al Sr. Villar, tan sólo en algún acto público de la Federación.
Por orden cronológico, conocí a D. Alejandro Blanco en los 90, en su etapa como Presidente de la Federación Española de Judo. Él dirigía el rumbo de ésta y yo estaba en el Equipo Nacional Absoluto. Los recuerdos que tengo de él son lejanos (han pasado 25 años ya), pero entrañables. De mi memoria rescato a un hombre de Judo, un magnífico gestor, y a una persona cercana. Mis recuerdos se acaban cuando a finales de los 90 dejo la competición y pierdo el contacto temporalmente con el mundo del Judo. Después de aquello, seguí desde la distancia que da la prensa su ascensión al COE y posterior carrera.
Finalizada mi etapa deportiva, comienzo el ejercicio de la abogacía, y en el año 2.008 descubro el mundo del derecho deportivo, que llama profundamente mi atención. Es entonces cuando me encuentro también con la figura de D. Miguel Cardenal, muy involucrado en la difusión de esta especialidad del derecho, por aquél entonces no demasiado conocida. Para mi ha sido una de las piezas clave en el auge del derecho deportivo, tanto en España como fuera de nuestras fronteras, y uno de los principales responsables del alto grado de profesionalización de la abogacía española en éste concreto sector del derecho deportivo. He asistido a numerosos seminarios, conferencias, o cursos por él impartidos, y he devorado sus manuales y publicaciones, siendo, a mi juicio, unos de los juristas más brillantes en éste ámbito. A dicha cualidad acompaña la de la valentía, pues ha acometido en los años de su mandato, algunos de los temas tabú o agujeros negros existentes entre el mundo del deporte y la administración, que nadie antes había abordado (deuda de los clubes con Hacienda, actuaciones de Inspección de Trabajo, dopaje, etc). Quizá haya sido esa valentía la que le ha costado el cargo, como escriben algunos, aunque como ya he manifestado desconozco cuales han sido las razones para que no siga.
Por último, a D. Ángel María Villar lo conozco simplemente de algún acto o seminario que la Federación que preside ha organizado. No puedo, ni quiero calificar lo que no conozco, pero si daré mi opinión sobre lo que he podido constatar. Sabe rodearse de magníficos profesionales del derecho, y con ello me refiero a que ha sabido conformar en la Federación Española de Fútbol una asesoría jurídica envidiable, repleta de jóvenes y brillantes juristas, que han realizado también una enorme tarea de divulgación y profesionalización del derecho en el mundo del deporte. Pese a ello, es verdad que es difícil abstraerse de todo el ruido que hay a su alrededor.
De la supuesta guerra entre los tres, no sé nada más de lo que aparece en los medios, por lo que nada comentaré. Ya se están escribiendo ríos de tinta al respecto. No sé, por lo tanto, si ha dejado el cargo o lo han cesado. Tampoco sé, qué parte ha ganado o ha perdido la guerra, aunque creo, humildemente, que los que hemos perdido con su marcha somos todos los demás, pues soy de los que piensa que nuestros dirigentes, todos ellos, han de ser gente excepcional en cada uno de los ámbitos que gestionen, y Cardenal, sin duda lo es.
Javier Pérez Villa.