¿Que está sucediendo en el deporte profesional?
La semana pasada, hablando con un periodista sobre el origen de los distintos escándalos que afectan al deporte profesional y que están colmando de titulares todos los medios de comunicación, caí en la cuenta de que dos son los elementos comunes en casi todos los casos, y quisiera hacer una breve, aunque obvia, reflexión al respecto.
El primero de ellos es el deporte profesional. Fundamentalmente el fútbol, tenis, rugby, fútbol americano, críquet, etc. ¿Porqué éste ámbito?. Por dos razones. Por un lado su dimensión, puesto que normalmente se trata de estructuras deportivas cuyo ámbito es mundial, sobrepasando las fronteras nacionales. Ello hace que la persecución del fraude, sea mucho más compleja. Y por otro, el dinero que el deporte profesional genera en nuestros días. Ya lo decía Don Franciso de Quevedo (si no me traiciona la memoria), «poderoso caballero es Don dinero».
El segundo, el crimen organizado, que ha visto en el deporte profesional su gran «nicho de mercado», debido fundamentalmente a esa dificultad para el control de actuaciones que tienen lugar por todo el mundo.
Efectivamente, cuando estamos hablando de temas tan dispares como el denominado «FIFAGate», los agentes de jugadores de fútbol que traen jóvenes e incluso niños al «primer mundo» engañados con falsas promesas de pruebas con equipos de fútbol, de dopaje, o de amaños de partidos, estamos haciendo referencia a tramas de crimen organizado, a corrupción, a tráfico de influencias, al cobro comisiones ilegales, en definitiva, a tipos delictivos.
Por ello, el reto que tenemos ante nosotros, es mejorar mejorar la coordinación entre las organizaciones nacionales e internacionales que desde el propio ámbito deportivo deben de vigilar y detectar este tipo de conductas (como AMA, o órganos nacionales de lucha contra el dopaje, así como los distintos «Cuerpos de Integridad», que están proliferando en casi todos los deportes, etc.), con los organismos públicos que tanto a nivel nacional, como internacional (fuerzas y cuerpos de seguridad estatales, INTERPOL, etc.) se encargan de la persecución de los delitos. La tarea es ingente pero necesaria, por el bien del deporte, pero sobre todo, de la sociedad.
Javier Pérez Villa.