Por alusiones Sra. Robles.

Escribo este post un par de días después de ver en twitter un vídeo con unas manifestaciones vertidas por Margarita Robles en el Congreso de los Diputados en torno al Real Decreto preparado por el Gobierno, en relación con el asunto de las devoluciones de los bancos por  las cláusulas suelo.

 

En ellas, la Sra. Robles, manifiestó: “… Todos sabemos que este Decreto Ley, que algunos de ustedes dicen que está tan mal visto por los consumidores, resulta que, a lo mejor, por quien está peor visto son por aquellos que se frotaban las manos pensando que, a lo mejor, podían hacer un negocio con la reclamaciones judiciales.”

 

Obviamente, para la Sra. Robles, quienes se frotan las manos son los abogados.

 

No se, ni además me hace falta saber, a quien contesta la diputada con su intervención, y además estas líneas están desprovistas de todo color político.

 

Lo primero que debiera saber, es que pese a que unos segundos después de hacer dichas declaraciones, dice realizarlas desde la responsabilidad, ésta se encontraba a bastantes millas de distancia de donde estaba usted mientras las pronunciaba, Señora diputada.

 

Alguien debería explicarle, que los que se están frotando las manos, son los mismos que lo hacían antes, y que lo harán después, cuando pase este temporal, es decir las entidades financieras.

 

Este humilde abogado le dice también, que el pleito no es negocio para nadie. «Pleitos tengas y los ganes», dice un antiguo refrán. Pero es que, por experiencia le digo, Sra. Robles, que en ocasiones, es la única salida, cuando la otra parte, el Banco, no se aviene a devolver.

 

Porque no nos engañemos, por mucho que tengan que devolver, nunca va a ser lo que han ganado con sus más que reprochables prácticas (cláusulas suelo, gastos improcedentes, venta indiscriminada de seguros, clips, swaps, permutas financieras, y otros productos, que ni siquiera las personas que los habían comercializado, sabían explicar en una vista en que consistían).

 

Además Sra. Robles, entérese bien, si cualquier persona, acude al Juzgado en busca de tutela, el Juzgado resolverá, tarde, pero lo hará. Y lo resolverá con mayores garantías que las que asistirán a las personas que negocien sin más con sus entidades financieras. Las mismas, Sra. Robles, que ya les han engañado antes. Y ello, fundamentalmente, por que habrá un abogado defendiendo a su cliente.

 

Hacer esas declaraciones sobre la abogacía, roza la indecencia. ¿O es que usted no sabe que es el turno de oficio?. ¿Conoce de alguna otra profesión que tenga una institución parecida? (Turno por cierto, al que hasta las Administraciones están dando la espalda). Sepa usted, que ha tratado con absoluto desprecio a una profesión entera, a 250.000 colegiados, y muchos más que ya no lo están. Única profesión, además, que tiene por objetivo la defensa ante los Tribunales de los derechos de las personas.

 

Simplemente me parece vergonzoso que haya hecho esas declaraciones, en la sede en la que las ha realizado. Allí usted también debiera de defender los intereses de sus votantes, entre los cuales, no tenga la menor duda de que habrá miles de afectados por los abusos de la banca, y, como en «La taberna del buda» de Café Quijano,  seguro que algún que otro abogado también, que tampoco se estará frotando las manos.

 

En fin, diputada, todos nos equivocamos y todos somos dueños de nuestros pensamientos, y esclavos de nuestras palabras. Puede pensar lo que quiera, pero lo que no puede nunca hacer, es decir lo que ha dicho y mucho menos desde donde lo ha hecho, por que no sólo falta al respeto a la abogacía en pleno, sino a los todos los ciudadanos, los de su partido y los de los demás, y en definitiva, a la Justicia. Usted no es quien para ir en contra del derecho a la tutela judicial efectiva, un derecho constitucional que tiene todo ciudadano español. Su tarea, pues para eso le pagan, es trabajar para dar a la Justicia, los medios necesarios para que los ciudadanos puedan acudir a ella en legítima defensa de sus intereses.

 

Por ello, Sra. Robles, mi humilde consejo es que usted se dedique a lo suyo, la defensa de los intereses de sus votantes, que los abogados nos seguiremos dedicando a la de nuestros clientes, y dejamos, si le parece, la comparativa entre lo que gana un un diputado, y lo que gana un abogado para otro post. Yo si, desde aquí,  voy a recomendar a todo el que me lea, que no dude ni un segundo, en contactar con un abogado, y que éste le asesore en la defensa de sus intereses. Cuantos más ciudadanos reclamen asistidos de uno, menos se frotarán las manos en el sector bancario.

 

Javier Pérez Villa.